Las NTIC y su relación con la educación
Las nuevas tecnologías, con sus potentes herramientas y las ventajas que presentan, desencadenaron un fenómeno sin precedentes desde la invención de la imprenta. Una "revolución pedagógica" que proyecta cambios sustanciales en las relaciones docente alumno y entre alumnos; y en la organización de la educación.
Si bien es cierto que a lo largo de los últimos siglos la humanidad ha vivido etapas de sucesivos avances en la ciencia y la técnica, uno de los fenómenos más trascendentes y distintivos de nuestra época quizá sea, por su tenor y alcances, la denominada "Revolución del Conocimiento".
Por un lado, las Nuevas Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (NTIC), invaden los medios educacionales, comunicacionales y empresariales. Y eso hace que, al mundo que conocemos tradicionalmente ("real"), se sumen los entornos "virtuales" y de comunicaciones.
A su vez, los mercados de bienes, de servicios y las finanzas se internacionalizan, haciendo uso de la tecnología y operando sobre el ingente caudal de información circulante. Nuevos conceptos de trabajo, calidad y comunicación gestan transformaciones difíciles de prever en las actividades económicas.
Y así como la "Revolución del Conocimiento" está transformando la economía, la política, la salud, la cultura, el ocio, etc., también alcanza a la Educación: "La educación se apoya cada vez más en principios científicos y técnicos, tendiendo a identificarse con un modelo tecnológico de información y comunicación". (1)
También se reconoce que "el progreso alcanzado en la última década en las tecnologías para el aprendizaje, sobre todo con las tecnologías de la información y de las comunicaciones, aporta las bases para nuevas perspectivas del problemas del aprendizaje". (2)
Para analizar el impacto decisivo que este fenómeno está produciendo en el mundo de la Educación -y a los efectos de este trabajo-, se pueden distinguir tres tendencias centrales que definen nuevas concepciones, estrategias, modelos de trabajo, prácticas y aplicaciones; tanto a nivel institucional como de sus actores individuales:
a) La centralidad de las NTIC como soporte propagador de conocimiento e información en general, por encima de los obstáculos de tiempo y espacio;
b) La multiplicación de los medios o recursos que facilitan y optimizan el acceso al conocimiento, a lo largo de su ciclo de creación, transmisión, utilización;
c) El desafío de renovación permanente de los contenidos a ser transmitidos, ante la vertiginosa generación y desactualización del conocimiento;
d) Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación y Tecnología Educativa
La UNESCO, define a las NTIC como "el conjunto de disciplinas científicas, tecnológicas, de ingeniería y de técnicas de gestión utilizadas en el manejo y procesamiento de la información, sus aplicaciones; las computadoras y su interacción con hombres y máquinas; y los contenidos asociados de carácter social, económico y cultural".
Podríamos entender la anatomía de las NTIC como el resultado del avance e integración creciente de la informática, las telecomunicaciones y la microelectrónica. En primer lugar, se destaca la importancia adquirida por la informática; que ha avanzado sensiblemente en el procesamiento de datos por computadoras a lo largo de los últimos cincuenta años.
Con el avance de las telecomunicaciones (telefónicas y satelitales), se fueron estableciendo redes remotas entre computadoras, lo cual originó Internet. Gracias a la microelectrónica, las computadoras (PC) llegan al mercado masivo en los años ochenta. Todo ello, ha logrado a su vez a generalizar el uso de Internet en la última década.
Las nuevas redes de comunicación, tanto vía satélite, cable, y fibra óptica, facilitan ya de forma casi perfecta un grado óptimo de interacción entre emisor y receptor. Esta interacción permite que el receptor vaya ajustando a sus intereses los productos, servicios y contenidos que el emisor le ofrece.
Teniendo en cuenta su amplio espectro de aplicación, las NTIC son empleadas masivamente para la elaboración, y recogida de la información, así como para su almacenamiento, procesamiento, mantenimiento, recuperación, presentación y difusión a través de señales de naturaleza acústica, óptica o electromagnética.
Las principales ventajas que ofrecen, según Freeman y Soete, serían:
a) Velocidad y precisión al procesar y transmitir información;
b) Enorme capacidad de almacenamiento;
c) Flexibilidad de organización, diseño, marketing y administración;
d) Creación de redes al interior, entre organizaciones e individuos;
e) Expansión de la información.
Las NTIC afectan prácticamente todas las actividades humanas: trabajo, salud, educación, tiempo libre, relaciones interpersonales e institucionales. Pero a partir de aquí debemos diferenciar las NTIC aplicadas a los distintos aspectos de la vida social, y por otro lado, a las NTIC aplicadas a la Educación.
La irrupción de las NTIC en el mundo de la educación, con sus potentes herramientas y las ventajas que presentan, ha desencadenado un fenómeno sin precedentes desde la invención de la imprenta. Una "revolución pedagógica" que proyecta cambios sustanciales en las relaciones docente alumno y entre alumnos; y en la organización de la educación.
¿Cómo se relacionan con la educación?
Las NTIC en la Educación contribuyen a:
a) Facilitar el intercambio, estructuración y actualización de contenidos;
b) Estandarizar actividades de apoyo;
c) Hacer más interesante el aprendizaje;
d) Optimizar y flexibilizar el tiempo de la enseñanza; Promover la interactividad;
e) Hacer que el profesor se convierta en facilitador de aprendizajes.
En un plano general, esta tendencia alcanza a todo aquello que conocemos como educación formal y no formal. Por otra parte, y refiriéndonos a la educación formal, también podemos observar cambios específicos que se operan en los procesos de enseñanza aprendizaje.
Con el desarrollo y la aplicación de las NTIC en la enseñanza, muchas Instituciones Educativas comienzan a desarrollar sistemas no presenciales para sus ofertas de formación y capacitación, basadas en plataformas digitales que se asientan en las redes de comunicación o utilizando otras tecnologías, como las videoconferencias satelitales.
Las aulas o campus virtuales, a cuyos escenarios se accede conectándose a una red de comunicaciones, dejan de ser recintos con interior, frontera y exterior; convirtiéndose en espacios virtuales en los cuales se desarrollan las diversas acciones educativas, proyectándose a un público heterogéneo y disperso geográficamente.
El docente, por ejemplo, puede proponerle a los alumnos ejercicios prediseñados; controlar a la distancia lo que hacen dondequiera que éstos estén en ese momento; corregirles interviniendo en su pantalla; sugerirles ideas; motivarlos, etc. Todo ello en un nuevo escenario, que no es físico sino electrónico.
En este sentido, muchas Universidades, están creando campus virtuales. Y han surgido Universidades especializadas en este entorno, como la Universitá Oberta de Catalunya (España), el Instituto Tecnológico de Monterrey (México), la Universidad Virtual de Quilmes (Argentina), entre otras.
Se prevé que durante los próximos años se multiplicarán las iniciativas de este tipo y otra clase de agentes sociales (organizaciones religiosas, instituciones internacionales o plurinacionales -como la UE-, empresas multimedia, etc.) se incorporarán al proceso de creación de los nuevos escenarios educativos.
También debe destacarse que estas estrategias de enseñanza no presenciales están siendo adoptadas por las Instituciones Educativas como una respuesta para enfrentar problemáticas acuciantes, como son la masividad, la carencia de recursos financieros, de infraestructura, etc.
Las NTIC aplicadas al campo pedagógico tienen como objeto racionalizar los procesos educativos, mejorar los resultados del sistema escolar y asegurar el acceso al mismo de grupos excluidos. Ahora bien, dentro de esta misma finalidad también se deben reconocer a las Tecnologías Educativas no vinculadas a las NTIC, con una amplia trayectoria previa.
Según Camacho Pérez (3) (1995), el espectacular desarrollo de nuevas tecnologías y las exigencias de una sociedad cambiante han alterado la clásica definición de la Tecnología Educativa (TE) propuesta por Chadwick (1977) que aunaba: teoría general de la comunicación, teoría general de sistemas y psicología del aprendizaje.
Efectivamente, hasta la irrupción de las NTIC, la TE fue desarrollando un prolífico campo de conocimientos y experiencias. Fernández Huerta (1988) define a la TE como un "sistema controlado de transmisiones eficientes de mensajes didácticos mediante el empleo de artificios o medios instrumentales con estrategias bien delimitadas".
O bien, según Gómez Herrera, "Forma sistemática de diseñar, desarrollar y evaluar el proceso total de enseñanza - aprendizaje, en términos de objetivos específicos, basada en las investigaciones sobre el mecanismo de aprendizaje y la comunicación, que aplicando una coordinación de recursos humanos, metodológicos, instrumentales y ambientales conduzca a una educación más eficaz".
Esta última definición, más amplia y avanzada, muestra el avance logrado en este campo en la actualidad. En este sentido, las NTIC son un aporte invalorable a dicha finalidad. A partir de aquí, nos referiremos a la TE y las NTIC en un enfoque integrado, analizando los medios o recursos que globalmente ofrecen a los procesos de aprendizaje.
En efecto, como dice Blanco (4) (1993), "el progreso alcanzado en la última década en las tecnologías para el aprendizaje, sobre todo con las NTIC, aporta las bases para nuevas perspectivas del problemas del aprendizaje". La integración de las mismas a la educación, y especialmente al sistema educativo formal constituye todo un desafío.
Dicho desafío, según Escudero (5) (1995) remite a la necesidad de adoptar un conjunto de criterios y principios para validar y desarrollar desde un punto de vista educativo la influencia de las nuevas tecnologías. Según este autor, la integración a la educación formal podría pensarse a partir de la aplicación de los "constructos piagetianos".
Es decir, a través de un proceso complejo de asimilación y acomodación entre las nuevas tecnologías y el sistema escolar. Precisando que ha de ser este último el que ejerza sobre aquel sus operaciones correspondientes de reconstrucción, remodelando, a su vez, algunas de sus estructuras y esquemas de funcionamiento.
El desafío educativo del siglo XXI
Para entender el fenómeno de la tecnología informática en las escuelas partimos de profundizar en el concepto de tecnología educativa. En 1984, la UNESCO formulaba una doble acepción del concepto de tecnología educativa en los siguientes términos: "Originalmente ha sido concebida como el uso para fines educativos de los medios nacidos de la revolución de las comunicaciones, como los medios audiovisuales, televisión, ordenadores y otros tipos de "hardware" y "software". En un nuevo y más amplio sentido, como el modo sistemático de concebir, aplicar y evaluar el conjunto de procesos de enseñanza y aprendizaje, teniendo en cuenta a la vez los recursos técnicos y humanos y las interacciones entre ellos, como forma de obtener una educación más efectiva". (6)
En el marco de esta definición podemos citar a Narodowsky (2000), que nos plantea la necesidad de reconocer dos polos sobre la infancia. En uno de los polos, la "infancia hiperrealizada" de la realidad virtual; en el otro, la "infancia desrealizada" el de los marginales, excluidos, pauperizados y pobres.
En el primer caso, el autor la plantea como la reflejada en el acceso de los niños a la comprensión de los medios tecnológicos; en particular de las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación; donde la realidad que viven en su infancia es diferente a la clásica concepción de la pedagogía. Los niños hoy manejan las computadoras personales, los videos juegos a edades tempranas, "aprenden" a leer y a escribir a través de las mismas; etc.; y, los adultos, muchas veces no lo logran, y en su gran mayoría son considerados "analfabetos tecnológicos"; por lo tanto ellos, no necesitaron pasar por etapas y llegar a ser adultos para participar de esa experiencia; en ese campo, al menos, no se manifiestan como heterónomos, sino que el adulto es el que depende del niño y se invierte la situación de poder que plantea la historia de la pedagogía. En efecto, el niño hoy puede "absorver" desde un CD un conjunto mayor de conocimientos que todo el que pueda "adquirir" de su estadía escolarizante, los principales dispositivos entran en crisis. El autor menciona a este grupo como Infancia Hiper-realizada, tienen la capacidad de autorregulación frente al conocimiento y responden a dispositivos no necesariamente manejados por los adultos.
Cabe acotar lo expuesto por Sancho (1998) donde expone "Docentes que afirman que el uso del ordenador deshumaniza la enseñanza, sin darse cuenta que los artefactos que utilizan (desde el libro a la pizarra), las tecnologías simbólicas que median su comunicación con el alumnado o son parte substancial de la misma (lenguaje, representaciones icónicas, el propio contenido del currículum) y las tecnologías organizativas (gestión y control del aprendizaje, disciplina,...) están configurando su propia visión y relación con el mundo y sus estudiantes. La pregunta que pocas veces se plantea es si la tecnología más adecuada para responder a los problemas actuales de la enseñanza es la escuela". (7)
El segundo polo, la infancia des-realizada, es una infancia excluida del acceso a Internet por carecer de recursos económicos y el espacio de aprendizaje necesario para acceder a estos nuevos dispositivos que plantea la sociedad del Siglo XXI, pero su concepto de heterónomo tampoco se cumple; es autónoma dentro de las posibilidades del orden construido de las cosas, la normalidad de la nueva sociedad les da las condiciones para ello, vive en condiciones extrema pobreza, se transforma por ese orden social imperante en una "infancia violenta y marginada". Esta es la infancia de la realidad real, pero ¿No existe un gran número de estratos que se sitúan entre ambos extremos de la infancia actual?.
Podemos suponer que sí, el concepto de diversidad tan lejano en Comenius a su Sociedad Contemporánea aparece como el discurso rector en el reposicionamiento de la pedagogía para el Siglo XXI, la necesaria actualización pasa por encontrar nuevos dispositivos a los cuales puedan remitirnos desde la pedagogía.
Para terminar me parece oportuno plantear la otra parte del problema de la Infancia del Siglo XXI: "A la pedagogía moderna parece acaecerle otro problema actual, además de la ya señalada cuestión del fin de la infancia: lo relacionado con los contenidos escolares. En un momento de explosión de la masa de conocimientos, de fragmentación del poder de los especialistas y de mutación en el ejercicio de la lectura a favor de la emergencia de modos novedosos de tecnologización de la palabra, ¿es posible entonces que este discurso se sostenga con los mismos dispositivos que surgieron hace tantos años?". (Manolakis: 2002)
La escuela, en su generalidad, como institución de nuestra sociedad, desconoció el impacto de la tecnología en la cultura, en lo que refiere a las nuevas maneras de operar y en el desconocimiento de la misma por parte de los docentes, contenido en una buena justificación teórica epistemológica, respecto de su carácter de herramienta; ignoró el actuar tecnológico que implica hoy, fundamentalmente, el conocimiento abierto a las velozmente cambiantes condiciones.
En otros casos, las computadoras son utilizadas como escenarios que se trasladan de una escuela a otra para dar cuenta de nuevos y modernos equipamientos o del incremento y renovación de la infraestructura, sin estudiar o garantizar la existencia de soft para su utilización, de enchufes o, mucho más simplemente, del pago en término de la cuenta de la luz. Otras computadoras llegan desarmadas y se desconoce cómo armarlas, se guardan bajo llave para que no se roben o se inutilizan para que no se rompan. Pero nuestro análisis no guarda relación directa y unívoca con una partida presupuestaria que permita la incorporación de computadoras en las aulas. Una escuela donde se desarrolle el pensamiento crítico y creativo implica reconocer, desde la perspectiva del conocimiento, que las prácticas rutinarias, descontextualizadas de los problemas auténticos, difícilmente permitirán el desarrollo de la capacidad de reflexión. (8)
Tanto Litwin (1997) como Sancho (1998) coinciden en que el sistema educativo debe reformular sus prácticas tratando de romper los ritos y den cuenta del compromiso que asumen cotidianamente los docentes a fin de que los alumnos aprendan en el turbulento escenario que nos toca vivir actualmente, comprometidos en la recuperación de una enseñanza solidaria en los difíciles contextos de la práctica cotidiana.
Las creencias de los docentes respecto de la tecnología le atribuyó diferentes funciones aun cuando una de las prevalecientes tuvo relación con la motivación por aprender; otra en cambio, la vinculó con la resolución de los problemas de comprensión. Ambas concepciones le asignan a la tecnología un papel positivo, con un cierto aura de modernidad. Se crea tecnología para la escuela y se planea o diseñan experiencias de enseñanza en donde los docentes asumen el papel de "facilitadores" de la experiencia. Esto genera una suerte de intermediación en la que el papel fundamental en relación con la enseñanza lo satisfacen los materiales creados para tal fin y los docentes lo ponen a disposición de los alumnos. (9)
No se trata de buscar que el rol del docente sea el de un especialista en medios audiovisuales; sino de lograr que el proceder tecnológico sea una forma de entender la profesionalidad pedagógica. Dicho rol debe ser reconducido hacia la resolución de otras dimensiones, tales como: el dominio por parte de los alumnos de los códigos expresivos de los medios; la integración de éstos en el proyecto de centro; la producción de materiales (soportes lógicos) adaptados al contexto cercano; la adaptación de los mismos a las diferentes realidades educativas; generar en el profesorado usuario una actitud crítica y, por lo tanto, renovadora en relación a los usos de los medios en el aula.
Abordar la innovación educativa desde este enfoque implica no tanto asegurar la presencia de los medios en el aula como asumir su integración, asignándoles funciones específicas, en los procesos curriculares. La integración de los medios representa "una propuesta de renovación y cambio en buen número de concepciones educativas, y también en múltiples facetas organizativas, funcionales y personales, metodológicas y relacionales en nuestro sistema escolar" (Escudero: 1995). Los profesores son sujetos activos y adultos que disponen de sus propias maneras de entender la práctica y de llevarla a cabo; de este modo, sus concepciones y habilidades profesionales conforman el uso que hacen de distintos programas y medios educativos.
Una concepción de la tecnología educativa integrada en el desarrollo curricular transciende la tradicional perspectiva instrumental. Desde la decisión sobre dónde situamos la iniciativa del control y la puesta en marcha de los procesos curriculares se establece el carácter participativo o inducido de las acciones educativas. (10)
*Raúl Mura es especialista en Planificación y Gestión de Políticas sociales por la Universidad de Buenos Aires y Administrador Gubernamental por el Instituto Nacional de la Administración Pública (UBA). Se desempeña como Profesor Titular Interino en la Cátedra de Posgrado del "Seminario de Sistemas de Educación Superior y Normativa Universitaria" de la Carrera de Especialización en Administración y Gestión Universitaria de la Escuela de Estudios Avanzados de la Universidad Nacional de Catamarca. También ejerce la docencia universitaria en las cátedras: "Reformas e Innovaciones Educativas" y "Teorías y Tecnologías de Gestión III" de la Carrera Licenciatura en Gestión Educativa de la Universidad Nacional de Formosa. En esta casa de altos estudios, actualmente es Coordinador General del "Programa Nuevas Ofertas Académicas de Grado y Posgrado" y Director de la carrera Licenciatura en Gestión Educativa.
Referencias:
(1) CAMACHO (1995).
(2) BLANCO (1994).
(3) CAMACHO (1995).
(4) BLANCO (1994).
(5) ESCUDERO (1995).
(6) Pons (1998:Página 5).
(7) Sancho (1998:Página 3).
(8) Litwin (1997:Página 5).
(9) Litwin (1997:Página 6).
(10) Pons (1998:Página 13).
Bibliografía citada:
> BLANCO, N. Libros de texto. En Angulo, F. y Blanco, N. (Eds): Teoría y desarrollo del curriculum. Editorial Aljibe. Málaga - España. 1994.
> CAMACHO, S. Formación del profesorado y nuevas tecnologías. En Rodríguez Dieguez y Sáenz (Editores). Barcelona - España. 1995.
> CASTELLS, Manuel. La cultura de la virtualidad real: la integración de la comunicación electrónica, el fin de la audiencia de masas y el desarrollo de las redes interactivas. En CASTELLS, Manuel. Volumen 1: "La sociedad red". Alianza Editorial. Madrid. Sin Fecha.
> CERROTTA, Cecilia. "Las nuevas tecnologías en el aula: perspectivas teóricas y experiencias". En LITWIN, Edith (Coordinadora). "Enseñanza e innovaciones en las aulas para el nuevo siglo". El Ateneo. Buenos Aires. 1997.
> ESCUDERO, Juan M. La integración curricular de las nuevas tecnologías. En Rodríguez Dieguez y Sáenz (Editores). Barcelona - España. 1995.
> JACQUINOT, Genevieve. La escuela frente a las pantallas. Editorial Aique. Buenos Aires. 1997.
> LITWIN, Edith. "La tecnología y sus desafíos en las nuevas propuestas para el aula". En LITWIN, Edith (Coordinadora). "Enseñanza e innovaciones en las aulas para el nuevo siglo". El Ateneo. Buenos Aires. 1997.
> MANOLAKIS, Laura. Guías de Clases de Pedagogía. Clases 1 a 7. Universidad Virtual de Quilmes. Buenos Aires. 2002.
> MATTELART, Armand. Los "paraísos" de la comunicación. En RAMONET, Ignacio. Internet, el mundo que llega. Los nuevos caminos de la comunicación. Alianza Editorial. Madrid. 1998.
> NARODOWSKI, Mariano. Carpeta de trabajo Pedagogía. Universidad Virtual de Quilmes. Bernal - Buenos Aires. 2000.
> NARODOWSKI, Mariano. Infancia y poder. La conformación de la pedagogía moderna. Aique Grupo Editor S.A.. Buenos Aires. 1994.
> PONS, Juan de Pablos. Visiones y conceptos sobre la tecnología educativa. En SANCHO GIL, Juana M. Para una Tecnología Educativa. Editorial Horsori. Barcelona - España. 1998.
> SANCHO GIL, Juana M. Para una Tecnología Educativa. Capítulo 1: La tecnología: un modo de transformar el mundo cargado de ambivalencia. Editorial Horsori. Barcelona - España. 1998.
> WINNER, Langdon. ¿Tienen política los artefactos?. Revista Iberoamericana de Ciencia, Tecnología y Sociedad. OEI. Madrid. 1985.
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